"Los lectores de historietas de diario no somos eso que sólo aparentamos: comepáginas furgón de cola, pasatiempistas que evadimos la tapa. Arrastramos algo de la filosofía del dolor, digna derrota de la que nos salva cada mañana el heroísmo de un personaje.
Ese alivio, esa utopía, es un sentimiento indescriptible, un código, una fe, como la de un hincha de fútbol. O acaso ¡cuántos empezábamos el Clarín al revés en épocas del Loco Chávez! Pampita era nuestra novia y todos éramos un poco el Loco. Y gracias a Trillo. Es decir, si el diario es como el pan, como el café, como el boleto del bondi ¿qué se puede decir del entrañable guionista de la primera tira de la última página que logró esa identificación irreductible con nosotros que no se haya dicho del canillita, del panadero, del boleto capicúa?
Gracias Trillo, entonces, por cada alivio."
Javier Arguindegui
javierarguindegui@hotmail.com
Dibujo de Daniel Paz |
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